¿Dónde quedaron las ganas de ser el uno del otro de las historias románticas del pasado?
¿No podemos entregarnos solo a una persona?
¿Es raro, retrogrado, egoísta, infantil o injusto querer que alguien te "pertenezca"?
No tirarse a la piscina por miedo a que el fondo no sea como esperamos, que la respuesta no sea la deseada, a que al ver lo que hay la otra persona opine que su mejor opción no eres tu cuando tu única opción válida quieres que sea él.
Ese deseo de mas, esa necesidad de que sienta lo mismo, la sensación de que debe llegar al destino que quieres.
Perderse en sus ojos, en sus manos, en sus labios, en sus besos y esa sonrisa que tiene.
Que se te escapen las manos hacia su cara agarrándola pretendiendo no soltarle por más que el tiempo transcurra.
Sentir que no hay nada más, que todo deja de importar y que en ese momento solo hay un nosotros.
Simplemente cogernos de la mano al andar y saber que estas ahí, que estamos aquí.
Sentir tu pulso, tu calor y tu deseo reciproco de seguir, no alejarnos, no dejar de mirarnos, de besarnos de nuevo y sonreír.
¿Pareja? Quizá, ¿hace falta pedirlo? porque creo que se mi respuesta...
No te quiero lejos, te quiero cerca a cada segundo, te quiero a mi lado para poder continuar, te quiero.
Lo sé, con calma, no debería emocionarme tan prontamente.
Me ilusiona pensar que haya una posibilidad remota de que compartas mi opinión y mi deseo.
Me ilusiono inocentemente.
Me ilusiona recordar que te gustó mirarte reflejado en mis ojos, mientras yo me perdía en los tuyos.
Espero no haber sido otro más, el del viernes, el de la semana pasada... Que no dejes el tiempo correr intentando que te olvide porque mi instinto autodestructor no me lo permitirá martirizándome cada noche un poco más, y no terminar en otro simple juguete roto para ti. Espero tener ese algo que haga que tú al igual que yo necesites de mi y... ¿Me quieras?
No se si lo que hay que tener es Fe o Valor... pero mis cartas en cierto modo ya están nuevamente sobre la mesa. ¿Las ves?
